El nuevo entorno tecnológico y la situación de crisis actual llevan al objetivo de desarrollar en la actualidad una comunicación mucho más directa, que implica establecer relaciones con los ciudadanos como personas individuales, con necesidades específicas y concretas.
Las TIC’s (Tecnologías de la Información y Comunicación) tienen un gran potencial cuando se ponen al servicio de mecanismos para el desarrollo de una ciudadanía virtual o, por adherirnos a la palabra de moda, de la Ciudad 2.0. Este actual nuevo entorno tecnológico y la situación de crisis nos llevan a una comunicación mucho más directa, que implica establecer relaciones con los ciudadanos como personas individuales, con necesidades específicas y concretas.
En España aún nos queda por recorrer un amplio camino. Un estudio sobre la visibilidad de las ciudades en la Web 2.0, recientemente publicado por el grupo BPMO, pone de manifiesto la baja visibilidad de cualquier ciudad española en la web social identificando que las tecnologías sociales representan el principal desafío de las ciudades a la hora de definir sus estrategias de marketing y comunicación on line. Una lección que pone de manifiesto que la importancia de la reputación digital y el poder de las comunidades virtuales que es, con mucha frecuencia, subestimado lo que constituye un error que puede ser fatal, sino lo abordamos con urgencia.
A pesar del retraso de nuestras ciudades, las últimas elecciones han demostrado que esta tendencia está ya presente en España: cada cita electoral avanza la presencia de este tipo de comunicación digital mientras que en la esfera de la comunicación y el marketing de consumo, la crisis, por motivos diferentes, está haciendo crecer la inversión en este tipo de acciones: aumentaron un impresionante 38% durante 2008 en un mercado que se hundió un 11%. Todo ello con una ventaja añadida: es mucho más barato, lo que prima la imaginación y las buenas ideas sobre los recursos para comprar espacio en medios de comunicación convencionales. Y además permite la interacción: ideal para la ética del cuidado. La campaña de Obama es un magnífico ejemplo de ello.